Tras la elección del nuevo Papa León XIV el pasado 8 de mayo, el interés por conocer más sobre el Vaticano, el pontificado y las transiciones de poder en la Iglesia Católica se ha disparado, y con ello, una película sobre el Papa Francisco ha vuelto a posicionarse entre las más vistas de Netflix: Los dos Papas.
Con una duración de 2 horas, esta aclamada producción se ha convertido nuevamente en tendencia global, atrayendo a creyentes y no creyentes que buscan entender el legado espiritual y político del Papa Francisco tras su fallecimiento, así como el impacto de la llegada de su sucesor, León XIV.
¿De qué trata Los dos Papas y por qué volvió a ser popular?
Dirigida por Fernando Meirelles y escrita por Anthony McCarten, Los dos Papas relata la transición histórica entre el Papa Benedicto XVI y el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien luego se convertiría en el Papa Francisco. Basada en hechos reales, la cinta recrea una serie de conversaciones privadas entre ambas figuras, presentando sus visiones contrastantes sobre la fe, la Iglesia y el mundo moderno.
Protagonizada por Anthony Hopkins como Benedicto XVI y Jonathan Pryce como Bergoglio, la película fue estrenada en 2019 y desde entonces ha sido elogiada por su profundidad narrativa, actuaciones magistrales y tono humano, que no elude el humor ni la crítica.
Con 89% de aprobación en Rotten Tomatoes, múltiples nominaciones al Oscar y Globos de Oro, y disponible en Netflix desde diciembre de 2019, Los dos Papas se consolida como un título imprescindible para quienes buscan una mirada íntima a los pasillos del Vaticano.
Una película que refleja momentos de cambio en la Iglesia
El interés renovado en Los dos Papas no es casual. La elección del Papa León XIV, primer estadounidense en ocupar el cargo, ha reavivado la curiosidad por el funcionamiento del Vaticano y los desafíos del papado en el siglo XXI. La película ofrece una visión cercana y accesible del proceso de sucesión, del peso institucional del cargo y de los dilemas personales que atraviesan quienes lo ejercen.
Más allá del contexto religioso, el film propone una reflexión sobre el poder, el perdón, la renovación institucional y los valores que guían a los líderes espirituales en tiempos de crisis.